

Séptimo día de combates mortíferos en Siria pese a los llamados a un alto el fuego
Tribus y beduinos sunitas se enfrentaron el sábado a combatientes drusos en la ciudad de Sueida, en el sur de Siria, pese a los llamamientos al alto el fuego, en el séptimo día de violencia que ha dejado 940 muertos, según una oenegé.
El gobierno sirio anunció anteriormente el inicio del despliegue de sus fuerzas en la provincia de Sueida, de mayoría drusa, e instó a "todas las partes a respetar" el alto el fuego que había declarado.
En un barrio de la ciudad de Sueida, combatientes tribales, algunos con el rostro enmascarado, dispararon armas automáticas contra sus adversarios, según imágenes de AFP. Columnas de humo se elevaban sobre la capital de la provincia del mismo nombre.
"Hemos venido aquí y vamos a masacrarlos a todos en sus casas", declaró uno de los combatientes tribales, que respondía al nombre de Abu Jasem, refiriéndose a los drusos.
Los enfrentamientos entre miembros de tribus y beduinos sunitas, por un lado, y combatientes de la minoría drusa, por otro, continuaron en el oeste de la ciudad y sus alrededores, según los corresponsales de AFP sobre el terreno.
El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, que llegó al poder tras derrocar a Bashar al Asad en diciembre, reafirmó su compromiso de proteger a las minorías y destacó "el importante papel desempeñado por Estados Unidos, que confirmó su apoyo a Siria".
Al mismo tiempo, el Ministerio del Interior anunció el inicio del despliegue de fuerzas de seguridad en la provincia de Sueida" "con el objetivo de proteger a los civiles y poner fin al caos".
Israel, que afirma querer defender a los drusos, minoría esotérica nacida del islam chiita, se opuso hasta ahora a la presencia de tales fuerzas en la región.
- 80.000 desplazados -
El gobierno sirio, alegando querer restablecer el orden, ya había desplegado sus fuerzas el martes en Sueida, hasta entonces controlada por combatientes drusos, antes de retirarlas bajo la amenaza militar de Israel.
Israel bombardeó varios objetivos gubernamentales en Damasco y amenazó con intensificar sus ataques de lo contrario. Al anunciar la retirada, Al Sharaa declaró que quería evitar una "guerra abierta".
Estados Unidos anunció el viernes por la noche un acuerdo de alto el fuego entre Siria e Israel, y pidió a "los drusos, beduinos y sunitas que depongan las armas".
La Unión Europea saludó ese alto el fuego y afirmó estar "consternada" por la violencia, pidiendo a las autoridads sirias que protejan "a todos los sirios sin distinción".
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), testigos y grupos drusos acusaron a las fuerzas gubernamentales desplegadas en Sueida de luchar junto a los beduinos y cometer abusos.
Los enfrentamientos han dejado 940 muertos desde el 13 de julio en la provincia, entre ellos 588 drusos - 326 combatientes y 262 civiles -, 312 miembros de las fuerzas gubernamentales y 21 beduinos sunitas, según el OSDH.
Cerca de 80.000 personas se han visto desplazadas por la violencia, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
- "Fosa común" -
Según Omar Obeid, médico del hospital gubernamental de Sueida, el único de la ciudad que sigue funcionando, entre el lunes y el viernes recibieron "más de 400 cuerpos", entre ellos de niños y ancianos.
"Esto ya no es un hospital, es una fosa común", dijo otro miembro del personal del hospital de la ciudad, que no tiene agua ni electricidad y donde las comunicaciones están cortadas.
Estos enfrentamientos ejemplifican uno de los principales retos del nuevo poder sirio dirigido por Al Sharaa en un país marcado por casi 14 años de guerra civil.
El nuevo dirigente prometió proteger a las minorías de este diverso país, pero estos incidentes o la matanza meses atrás de seguidores alauitas (la rama del islam a la que pertenecían los Asad) empañan este compromiso.
La comunidad drusa de Siria, con una gran concentración en Sueida, contaba con unas 700.000 personas antes de que comenzara en 2011 la guerra civil. Esta minoría también está presente en Líbano, en Israel y en la meseta siria del Golán, ocupada por el Estado hebreo desde 1967.
G.Murray--MP