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Heridas invisibles atormentan a los veteranos israelíes que regresan de Gaza
Heridas invisibles atormentan a los veteranos israelíes que regresan de Gaza / Foto: Menahem Kahana - AFP

Heridas invisibles atormentan a los veteranos israelíes que regresan de Gaza

Meses después de regresar del frente en Gaza, al capitán del ejército israelí Israel Ben Shitrit todavía lo persiguen los fantasmas de la guerra: "El grito del soldado pidiendo ayuda... esté donde esté, siempre lo oiré".

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Ese grito es de un compañero al que no pudo salvar en medio de los combates, en los que él mismo resultó gravemente herido a principios de 2024.

Israel se enfrenta a una ola de suicidios entre las tropas que sufren trastorno de estrés postraumático (TEPT) tras varios conflictos.

Pero ninguna guerra desde la creación del Estado moderno de Israel en 1948 ha movilizado a tantos soldados ni ha durado tanto como la desencadenada por el ataque sin precedentes del movimiento islamista Hamás el 7 de octubre de 2023.

Ese asalto en territorio israelí causó la muerte de 1.221 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales.

Del otro lado, la campaña de represalia de Israel deja ya más de 68.200 fallecidos, también mayoritariamente civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza, que está bajo la autoridad de Hamás.

Ben Shitrit, ahora oficial de reserva, cuenta a la AFP que tras vivir el conflicto en primera persona hay muchos factores que pueden desencadenar recuerdos perturbadores.

"Cuando oigo un helicóptero, me transporta de vuelta a Jan Yunis", asegura, refiriéndose a la ciudad del sur de Gaza que fue escenario de intensos combates.

Un frágil alto el fuego, en vigor desde el 10 de octubre bajo auspicios de Estados Unidos, ha ofrecido un rayo de esperanza para poner fin a más de dos años de hostilidades.

Pero las heridas psicológicas en ambos bandos tardarán en cicatrizar, si es que llegan a curarse.

- "Herida invisible" -

Un informe del ejército israelí de julio de 2025 señalaba que se habían presentado 9.000 solicitudes de reconocimiento de "sufrimiento psicológico" a los servicios de salud militares desde que comenzó la última guerra de Gaza.

En otro conflicto en la Franja en 2014, que también fue contra Hamás pero duró menos de dos meses, el Estado hebreo reconoció que 159 soldados sufrían traumas psicológicos.

Tuly Flint, un trabajador social clínico especializado en el trastorno de estrés postraumático derivado del combate militar, explica que las consecuencias de dicha condición son muy variadas.

"La gente habla de la tasa de suicidios, pero eso es solo la punta del iceberg", precisa a la AFP entre cita y cita con soldados repatriados.

"Vemos violencia, violencia doméstica. Vemos a personas separadas, parejas separadas", asegura. "Vemos a mucha gente derrumbarse".

Para Tom Wasserstein, cuya organización crea centros de atención para soldados diagnosticados con traumas, se trata de una cuestión muy personal.

Su hermano menor, Roi, se suicidó en julio a los 24 años, tras más de 300 días de servicio como enfermero militar en Gaza. Una tragedia que alimentó su determinación de ayudar.

"Si un soldado muere por sus heridas en combate y otro se quita la vida por lo que ha vivido, significa que ambos han sido heridos", lamenta.

"Uno por una bala, el otro en su cabeza, pero sigue siendo una herida. Es una herida invisible... y merece ser tratada", dice.

- "Lesión del alma" -

Soldados que sufren de TEPT llevan varias semanas acampando frente al Parlamento israelí para protestar por la falta de reconocimiento de su condición y exigir el fin de la burocracia en torno a la atención de la salud mental.

Entre ellos ha estado el veterano Micha Katz, quien asegura que 60 soldados se han suicidado en los últimos meses.

Consultado por la AFP sobre las tasas de suicidio entre las filas, el ejército israelí no proporcionó ninguna estadística.

Los miembros de este incipiente movimiento de soldados afectados psicológicamente fueron invitados a testificar ante la comisión de defensa del Parlamento para presentar sus quejas.

"No es que queramos suicidarnos. Es que estamos cansados de vivir después de haber visto los horrores de la guerra", asegura uno de ellos, Yoann Dobensky.

"El trastorno de estrés postraumático debe reconocerse como una lesión, al igual que una lesión física. No es menos grave que una lesión física, es una lesión del alma", añade el veterano.

Más de un año después de resultar herido, el capitán del ejército Shitrit explica que todavía es tratado por médicos.

Más allá de sus lesiones, confiesa a la AFP que también ha padecido de estrés postraumático.

"Cuando alguien resulta herido, eso también afecta a quienes le rodean: su familia, sus hijos. Nuestros hijos lo ven todo, lo sienten todo", advierte.

H.Klein--MP