Münchener Post - Bukele, el "dictador cool" que se augura "para rato" en El Salvador

München - 13°C

EN LAS NOTICIAS

Bukele, el "dictador cool" que se augura "para rato" en El Salvador
Bukele, el "dictador cool" que se augura "para rato" en El Salvador / Foto: MARVIN RECINOS - AFP/Archivos

Bukele, el "dictador cool" que se augura "para rato" en El Salvador

Al presidente salvadoreño Nayib Bukele no le preocupa que lo tachen de "dictador". Con una gran popularidad por su guerra contra las pandillas y un poder casi absoluto en el país centroamericano, ahora tiene el camino libre para buscar su ansiada reelección sin límites.

Tamaño del texto:

Aprobada por los 57 diputados que tiene en el Congreso de 60 escaños, la reelección presidencial indefinida era esperada por sus seguidores, pero según sus críticos consolida el sistema "autocrático" en El Salvador.

Orgulloso de llamar "amigo" al presidente estadounidense Donald Trump, este publicista de 44 años, que gobierna desde 2019 y fue reelegido en 2024 con un aplastante 85% de los votos, adoptó en los últimos meses un aire ya no tan "cool".

Durante cuatro meses mantuvo a 252 venezolanos que deportó Trump encarcelados en su megaprisión para pandilleros, donde dijeron haber sido víctimas de torturas y abusos.

En mayo y junio su gobierno detuvo a activistas de derechos humanos y abogados que lo han cuestionado. La más destacada, Ruth López, de la oenegé Cristosal, denunciaba supuestos casos de corrupción y la política de seguridad de Bukele.

"¿Saben qué? Me tienen sin cuidado que me llamen dictador", dijo el pasado 1 de junio en el discurso del primer aniversario de su segundo mandato.

Decenas de activistas humanitarios y periodistas han partido al exilio en los últimos meses, pero Bukele asegura haber abierto una nueva era en El Salvador.

En marzo de 2022 instauró un régimen de excepción con el que han sido detenidas unas 88.000 personas. La cifra de homicidios cayó en picada.

Pero organismos de derechos humanos denuncian miles de arrestos arbitrarios, torturas o muertes en prisión. Como respuesta, él los acusa de defender pandilleros y ser militantes de izquierda.

- El culto a Bukele -

A pesar de las acusaciones y las polémicas, su fama ha sobrepasado fronteras y en otros países del continente saltan voces que piden "un Bukele" para frenar la delincuencia.

De pelo engominado y barba cuidadosamente recortada, suele vestir jersey ajustados. Nunca corbata. En sus apariciones públicas, cuida la escena para imágenes estilo postal.

Desde antes de ser presidente catapultó su imagen a través de las redes sociales, en las que suele escribir en inglés.

Hace importantes anuncios vía X, donde se autodenominó "dictador cool" y "Philosopher king" (rey filósofo), y se burla de sus críticos.

Popularizó la frase "el dinero alcanza cuando nadie roba", pero sus adversarios le reprochan que no rinde cuentas a nadie y lo acusan de corrupción.

"Un fenómeno de culto que se instaló en el país", gracias a su maquinaria mediática en redes sociales, resume el director de Investigaciones de la Universidad Francisco Gavidia, Óscar Picardo.

Entre sus seguidores es común escucharles que habrá "Bukele para rato".

- "Class terrorist" -

Nació el 24 de julio de 1981 en San Salvador. Es hijo del químico industrial y representante de la comunidad palestina Armando Bukele (fallecido en 2015) y de Olga Ortez.

De niño "siempre se le miraba sonriente, nunca se le vio desesperado", contó a la AFP la arquitecta Marleny Carranza, quien trabajó en las empresas de los Bukele.

"Era un estudiante regular", aseguró a la AFP Picardo, quien fue su maestro en la secundaria.

Desde entonces ya mostraba su estilo sarcástico. En el anuario escolar se describió: "Class terrorist" (terrorista de clase).

Estudió derecho en la Universidad Centroamericana, pero no se graduó, y optó por trabajar desde los 18 años en una agencia de publicidad de su padre que le hacía las campañas al izquierdista Frente Farabundo Martí (FMLN, exguerrilla).

Por esos años, también fue administrador de una discoteca en San Salvador.

Inició su carrera política en 2012 y bajo la bandera del FMLN fue alcalde del poblado de Nuevo Cuscatlán y de la capital salvadoreña de 2015 a 2018. Tras un incidente con una concejal, fue expulsado de ese partido en 2017.

Al asumir el poder decía que no se consideraba "ni de derecha ni de izquierda", pero luego adoptó una postura conservadora y, este año, de lealtad a Trump.

Escaló a la cumbre del poder en 2019 al conectar con los jóvenes y los decepcionados de los dos partidos que se alternaban en el gobierno tras la guerra civil (1980-1992).

Poco tolerante a la crítica, tiene un pequeño círculo de confianza donde están sus hermanos Karim, Yusef y Ibrajim. En su gobierno incluyó a excompañeros de la escuela bilingüe donde estudió.

Contrajo matrimonio en 2014 con Gabriela Rodríguez, una psicóloga y bailarina de ballet, con quien tiene dos hijas, Layla y Aminah.

F.Bauer--MP