Meses sin abogado ni juicio: el "agujero negro" de los presos palestinos en Israel
Privado durante meses de contacto con su abogado, Chadi Abu Sidu dice haber perdido sus derechos, la noción del tiempo y del espacio. Al igual que cientos de palestinos, estuvo encarcelado en Israel sin acusación, bajo el régimen de los llamados "combatientes ilegales".
Este fotoperiodista de 35 años fue arrestado en marzo de 2024 en Ciudad de Gaza, cinco meses después del inicio de la guerra desencadenada por el ataque del movimiento islamista palestino Hamás en suelo israelí el 7 de octubre de 2023.
Junto con unos 2.000 prisioneros palestinos, fue liberado a cambio de la entrega de los últimos 20 rehenes vivos retenidos en la Franja de Gaza, en el marco del acuerdo de alto al fuego que entró en vigor el 10 de octubre.
En detención, "decían que habían matado a nuestros hijos y a nuestras mujeres". Cuando vio a sus hijos el 13 de octubre, "fue un choque", relata por teléfono desde Gaza.
Chadi Abu Sidu cuenta que fue arrestado mientras trabajaba en el complejo hospitalario de Al Shifa y que primero lo encarcelaron en Sdé Teiman, una prisión de alta seguridad habilitada en una base militar para los palestinos detenidos en Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
Le siguieron "unos cien días de tortura", con "las manos atadas desde las 5 de la mañana a las 11 de la noche, los ojos vendados" y la prohibición de hablar, afirma.
En el momento de su arresto, Al Shifa era el epicentro de la guerra entre Israel y Hamás, donde las organizaciones humanitarias acusaron a las fuerzas israelíes de cometer violaciones de derechos humanos, mientras el gobierno israelí acusaba al movimiento palestino de utilizar este hospital como centro de mando.
Chadi Abu Sidu fue trasladado posteriormente a la cárcel militar de Ofer en Cisjordania ocupada, donde, dice, las condiciones eran "inimaginables". En casi veinte meses, solo tuvo dos entrevistas con su abogado.
"No se presentó ninguna acusación en mi contra", y "la detención se prolongó automáticamente" sin explicación, afirma.
Consultado por la AFP, el ejército no hizo comentarios. La administración penitenciaria asegura que todos los detenidos "están encarcelados conforme a los procedimientos legales y que se respetan sus derechos, incluyendo el acceso a atención médica y condiciones de vida adecuadas".
- "Combatientes ilegales" -
Según la Cruz Roja, la noción de "combatiente ilegal", que no existe en los Convenios de Ginebra, se utiliza para designar a una persona perteneciente a un grupo armado, en un contexto en el que el individuo o el grupo no cumplen las condiciones para obtener el estatus de combatiente.
La administración Bush recurrió a este término tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, invocando una nueva forma de conflicto armado que denominó "guerra contra el terrorismo".
Israel instauró este estatus en una ley de 2002, permitiendo así detenciones prolongadas sin juicio de personas que no gozan de las garantías otorgadas a los prisioneros de guerra.
Según esta ley, es "combatiente ilegal" toda persona "que haya participado directa o indirectamente en actos hostiles contra el Estado de Israel o que sea miembro de una fuerza que perpetre actos hostiles contra el Estado de Israel". En este caso, Hamás, clasificado por Israel como una organización terrorista.
En diciembre de 2023, una modificación provisional del texto aumentó de siete a 45 días el período máximo de detención sin una orden judicial. La duración máxima de detención antes de la presentación ante un juez pasó de 14 a 75 días, y puede extenderse hasta 180 días.
Ya en 2024, Amnistía Internacional solicitaba la derogación del texto, que permite "sumir en una especie de agujero negro" a civiles de Gaza arrestados "arbitrariamente", "sin presentar la menor prueba de que estas personas constituyan una amenaza para la seguridad".
- Detención en secreto -
Varias organizaciones defensoras de los derechos humanos denuncian una forma de detención en secreto, una opacidad que dificulta el acceso a los expedientes y, por ende, a la defensa de los detenidos.
También se impuso a los abogados la prohibición de proporcionar a los prisioneros fotos o cualquier noticia de sus familiares.
Para estos detenidos denominados "combatientes ilegales" -unos 1.000 en prisiones militares y civiles en Israel, según varios organismos-, "el abogado es la única conexión con el exterior", afirma Naji Abás, de la organización Médicos por los Derechos Humanos.
Según esta ONG, 18 médicos de Gaza, así como decenas de otros profesionales de la salud, permanecen "encarcelados ilegalmente desde hace meses", a pesar de la entrada en vigor de la tregua.
"Tenemos enormes dificultades" para conseguir una visita y, cuando se logra, dura media hora o menos, dice Abás.
La administración penitenciaria argumenta que el gran número de prisioneros justifica los retrasos o la imposibilidad de realizar visitas, indicó.
K.Lang--MP